Como no puede ser de otra manera, el espacio ELBUTRÓN sigue manteniendo su apuesta por artistas jóvenes, pero con un nivel y una trayectoria expositiva demostrable y con premios a sus creaciones artísticas. En esta línea se enmarca la actual exposición, una selección de 4 mujeres artistas que nos muestran cómo el imaginario animal ha calado en sus particulares y genuinos procesos creativos.
Como afirma Jean-Clet Martin, albergar, “construir una imagen del animal es, en principio, fabricar un significado, una figuración que no se limita a la percepción de su supuesta forma natural”. Sucede lo mismo con la “imagen del mundo” ,“crearse una imagen” es siempre un acto, la delimitación de un conjunto de ideas, comparaciones, elaboraciones afectivas y perceptivas que se confunden.
El acto de creación está íntimamente ligado a una naturaleza doble, cuya tensión-desgarramiento proviene del esfuerzo que hace el artista por alejarse de las formas disponibles.
Por otra parte, las 4 artistas que componen esta muestra, se enfrentan a un sistema de coordenadas que comparten y a la vez trata de desestabilizar arañando sus límites y eliminando, dentro de lo posible, su influencia por medio de procedimientos bien distintos.
Francoise Vanneraud, el arte tiene un papel en el mundo, por su capacidad para dialogar con el otro, porque incita a nuestra primera cualidad humana, la reflexión. En definitiva, un trabajo maravilloso a través del Dibujo, invita a repensar algunas características universales de la condición humana como la duda, el miedo o la burla, utilizando sutilmente la metáfora y la ironía.
Lucía Morate, como afirma John Berger “Los zoológicos son el epitafio de la relación entre los humanos y los animales”. Su trabajo, los animales de plástico, es un proyecto fotográfico donde se reflexiona y se repiensa sobre el racionalismo humano, las políticas de consumo y el derecho de los animales, protección, cuidado y preservación de los mismos.
Las imágenes fotográficas de Arantxa Boyero representan lo femenino, de forma personal y cercana, a través de lo que la artista denomina “bucles de pequeñas acciones”, autorretratos, bodegones en movimiento y sus genuinas reflexiones cotidianas. En su última serie, Autotrascendencias, realiza imágenes de comportamiento espiritual para crear su propio retablo.
María Platero, que recientemente ha expuesto en París. Su ID project plantea la difícil construcción de la identidad. Hay que construir sin cesar ese frágil e inestable ensamblaje, confrontándonos con otros, conectando con nuestros miedos, dudas, contradicciones a ser un otro extraño. La obra de Platero se sitúa en esa delgada línea entre la fantasía onírica y visionaria y la vida cotidiana. Bajo el ardid del humor y la ironía, sus pensamientos se traducen en imágenes sobre temáticas como la vulnerabilidad humana y las distintas capas que componen nuestra personalidad, de una forma, a veces inconsciente, mecánica, difusa y contradictoria. Pretenden reflejar la persona alienada, frágil y pusilánime que marcamos y representamos en nuestras propias vidas.
Jesús Reina Palazón. Comisario de la exposición.